Es bien estrafalario el camino por el que nos llegan algunas palabras.
"arroba" nos viene de un término árabe que
significa "cuarta parte". Porque la arroba, en el lío demencial de
las unidades de medida anteriores al sistema métrico, era la cuarta parte de un
quintal, medida de peso y de volumen cuyo valor variaba según las regiones.
Esto en España y Portugal, de donde la palabra "arroba" pasó a
algunos otros idiomas.
Pero su símbolo "@" tuvo un significado
completamente distinto en otros países, que no lo vinculaban con nada árabe
sino con el latín ad.
En Francia e Inglaterra se empleaba en contabilidad con
el significado de "a razón de" ("14 caballos @ 3 doblones":
o sea, a tres doblones por caballo). Este uso era tan corriente que el símbolo
@ figuró en los teclados de muchas de las primeras máquinas de escribir.
Después se eclipsó hasta que la informática lo resucitó para las direcciones de
correo electrónico, y así volvió a popularizarse