Hacia el año 1340, se registró por primera vez en español el
uso de la palabra cirugía, mientras que cirujano ya constaba en las Siete
Partidas (1251-1265), de Alfonso X el Sabio:
"Y esto que diximos delos orebzes se entiende tanbien delos
otros maestros & delos fisicos & de los cirujanos & delos
albeytares & de todos los otros que reçiben preçio para fazer alguna obra:
o melezinar alguna cosa sy errare en ella por su culpa o por mengua de saber."
Durante los siglos XIII y XIV, también se usó cirugiano.
Este término proviene del latín chirurgia, tomado del griego kheirurgia
'operación quirúrgica', que etimológicamente significaba 'trabajo manual' y
'práctica de un oficio', puesto que se derivaba de kheirurgein 'trabajar con
las manos', compuesto de kheir 'mano' y érgon 'trabajo'.
Desde la Antigüedad hasta hace algunos siglos, el trabajo
del cirujano era poco apreciado socialmente, y los médicos solían confiar el
trabajo sucio de los cirujanos a carniceros y barberos hasta bien entrado el
Renacimiento. La barra blanca y roja que se coloca en algunos países en la
entrada de las barberías es un residuo tradicional de la barra que los barberos
usaban pocos siglos atrás para limpiar sus navajas después de alguna cirugía.