Aunque en muchos
casos son perfectamente intercambiables, las palabras indio e indígena tienen
etimologías diferentes.
El origen de la primera es más conocido: se formó a
partir del nombre de la India porque Cristóbal Colón creía que su viaje a
través del Atlántico lo llevaría a ese país asiático; y así, llamó indios a los
habitantes del Nuevo Continente, creyendo que se trataba de Asia.
Indígena, en
cambio, es un cultismo tomado del latín indigena, que significaba «de allí» y,
por extensión, «primitivo habitante de un lugar, nativo».
Este término está
compuesto de indi- (una variante del prefijo latino in-) y la raíz indoeuropea
gen- 'parir', 'dar a luz', que también está presente en muchas palabras de
nuestra lengua, como engendrar, gen, genealogía, etcétera.
Los llamados "ultimos charrúas": Senaqué - Vaimaca Peru - Micaela Guyunusa con Caroline en brazos y Laureano Tacuabé
La voz indígena
aparece en textos en español a partir del siglo XVI:
[...] simplemente
quiso referirse a la colonia fundada en ella por Marcelo compuesta de patricios
romanos y de unos cuantos indígenas escogidos. (Juan Ginés de SEPúLVEDA: Epistolario,
1532).
En los
diccionarios de la Real Academia no se registra hasta la edición de 1803, en la
que apareció mencionado como «el que es natural del país, provincia, o lugar de
que se trata».
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LA FRASE EN LATIN DE HOY:
facilius cadimus quam resurgimus
Caemos más fácilmente de lo que nos volvemos a levantar.